El Triángulode Bridgewater es un área de cerca de 200 millas cuadradas (520 km2) en el sureste de Massachusetts en los Estados Unidos. Desde la época colonial la zona ha sido un sitio de presuntos fenómenos paranormales. Situado a sólo 30 kilómetros al sur de Boston, esta área está delimitada por las ciudades de Massachusetts de Abington, de Rehoboth y Freetown, conformando el Triángulo de Bridgewater, nombrado así por el investigador paranormal Loren Coleman en 1970.
Justo en el centro del área está localizado el pantano Hockomock que en el idioma de los indios Wampanoag significa “el lugar donde moran los espíritus”, los nativos americanos ya apreciaron su carácter extraordinario cuando lo bautizaron así. Es, quizás, el lugar más misterioso gracias al cementerio indio de ocho mil años de antigüedad que contiene. Se cuenta que cuando los arqueólogos abrieron las tumbas se desprendió un polvo ocre tras el cual las tumbas desaparecieron y las fotografías que se tomaron no pudieron revelarse.
En la década de 1930 muchos trabajadores de la zona informaron que habían visto enormes serpientes enrolladas sobre la carretera como si fueran tubos de una estufa antigua. Panteras negras, tortugas gigantes y perros fantasmas tan grandes como un caballo son otras de las especies que se han podido avistar.
El pantano Hockomock.
Es un área agreste de casi cinco mil acres ubicada en la porción occidental del Triángulo, y es donde se concentra la mayoría de actividad paranormal. La tribu Wampanoag de la nación Algonquin consideraba el pantano como un sitio de «espíritus malvados», evitándolo a la hora de cazar. En una isla conocida como Grassy Island, un grupo de arquéologos descubrió un cementerio nativo que de acuerdo a muestras de carbono 14 data de hace 8,000 años. Se dice que al abrir las tumbas, el lodo en el interior de estas comenzó a burbujear y las fotografías tomadas en la excavación salieron veladas.
Se reportan avistamientos de bolas de luz que sobrevuelan el pantano, estas cambian de color, forma, tamaño e intensidad y aparecen como respuestas a la acción de algún ser humano que se adentra en el lugar. A finales de 1960, cuando el 10 de mayo de ese año, una «esfera de fuego» fue vista por cientas de personas flotando sobre Nueva Inglaterra y emitiendo una luz cegadora. Se dice que la luz fue vista entre las ciudades de Bridgewater y Roxbury.
Los reportes de extrañas luces en el cielo y objetos voladores no identificados siguieron reportándose por siglos. Por ejemplo, en Halloween de 1908 los periódicos locales publicaron noticias sobre «luces» flotando sobre el triángulo. En 1970, se dice que dos OVNIs aterrizaron en la ruta 44 cerca de Taunton. Veinticuatro años más tarde, un oficial de policía de Bridgewater reportó haber visto una nave triangular con luces rojas y blancas.
Pero es la ciudad de Raynham la cual frecuentemente experimenta reportes de bolas de luz que flotan a centímetros del suelo en el galgódromo local.Las luces de Bridgewater.
Cuentan sobre grandes pájaros (thunderbirds), de aparentemente más de 10mts de envergadura y numerosas apariciones de Pie Grande(Bigfoot). En invierno de 1970, un vecino de las inmediaciones aseguraba haber visto a una criatura de unos 3 metros de alto, cubierto con un pelaje marrón oscuro. También una mujer lo vio, robando calabazas en su jardín.
En 1993 un hombre detiene el coche y hiere a su novia, para después suicidarse, justo a unas millas del pantano. Muchos casos similares, en los que una persona sana asesina a alguien más han sucedido en esta región.
Sin duda el Triangulo de Bridgewater, tiene algo de misterio, por lo cual ha sido usado como punto de reunión de sectas satánicas que realizan sacrificios de animales, y se presume que también de personas, pues se han encontrado cuerpos.
No necesariamente se tiene que adentrar en el pantano para presenciar alguno de estos sucesos sobrenaturales, ya que entre las múltiples carreteras que cruzan o rodean el triangulo, en una de ellas, un vagabundo de pelo rojo, aparece sentado dentro de los autos que circulan. También hay un camión fantasma que viaja a gran velocidad, y atraviesa los autos de los conductores que intentan esquivarlo.
La rocas de Bridgewater.
Perfil de «Profile Rock».
Localizada en la ciudad de Freetown, Profile Rock tiene grabada la efigie de un nativo americano que mira hacia el horizonte. Esta roca era considerada sagrada por los Wampanoag, y las leyendas locales aseguran que en ciertas noches aparecen guerreros fantasmales de la tribu Wampanoag danzando cerca de ella.
En medio del pantano Hockomock, a un costado de la ruta 44 en Rehoboth, existe una formación nombrada en honor del Jefe Anawan, y donde éste se rindió ante los colonizadores al final de la Guerra del Rey Philip. La leyenda reza que los espíritus de los guerreros de Anawan embrujan el área, lanzando fuego espectral y danzando en noches de luna llena.
Cerca del cementerio de Grassy Island, se alza la roca Dighton, la cual tiene inscripciones misteriosas que de acuerdo a algunos arquéologos coinciden con escrituras desarrolladas por nativos americanos, vikingos e inclusive los fenicios; pero que jamás han sido identificados a la perfección.
Los helicópteros negros.
Fotografía tomada en una de las poblaciones de Bridgewater.
El fenómeno más frecuente es el de misteriosos helicópteros negros que sobrevuelan el área de vez en cuando. Estas naves desafían las tácticas militares, pues vuelan apenas rozando las copas de los árboles (cuando la fuerza aérea estadounidense especifica que los vuelos para ejercicios militares deben conducirse a una altura mínima de 150 metros), y que deben evitar zonas residenciales; cosa que los helicópteros misteriosos de Bridgewater hacen constantemente.
Las bestias misteriosas del pantano Hockomock.
Diario de Abington hablando sobre el perro negro.
Además de los OVNIs, el triángulo también parece atraer a toda clase de críptidos y bestias misteriosas que se reúnen en las zonas más profundas del pantano Hockomock.
En 1970, la policía de Massachusetts se vio envuelta en una cacería luego de que fueran inundados por reportes de encuentros con un monstruo gigante y peludo de más de dos metros, que dejaba profundas huellas en el lodo. Oficialmente, se trataba de un oso pardo que jamás fue capturado.
Ocho años después, el investigador Joseph M. DeAndrader observó otra criatura similar adentrándose en la espesura del pantano Hockomock; y no solo se habla de homínidos como Pie Grande, si no que en 1971, varias personas de las ciudades del Triángulo pudieron observar gigantescas aves negras con envergaduras de más de tres metros volando cerca de Bird Hill en el pantano. En 1984, un cazador observó a dos de estas aves luchando en el aire.
Otra bestia famosa es un perro negro con ojos rojos que fue visto matando a dos ponies. El testigo, dueño de los equinos, dijo que la bestia era tan grande como los ponies y los mató arrancándoles las gargantas.
Otros animales reportados incluyen panteras negras, tortugas grandes como automóviles y serpientes constrictoras tan gruesas como troncos de árboles.
Los espíritus del pantano.
Además de los fantasmas de guerreros nativos americanos, hay infinidad de historias de fantasmas que tienen lugar en el pantano Hockomock.
Entre estos se encuentran «El Viajero Pelirrojo», un fantasma de aspecto desgarbado, que viste una camisa a cuadros y tiene barba y cabello desaliñados, y se dice que este espíritu aterroriza a los conductores en un tramo de cinco kilómetros sobre la ruta 44; una mano fantasmal que apareció en la ventana de una casa en la ciudad de Fall River y se atribuye a una espiritista que dijo que al morir, probaría la existencia del otro mundo; un camionero espectral que cruza el estrecho camino Copicut, sonando su bocina y persiguiendo a los motoristas que transitan por ahí; un fantasma pútrido que emerge del pantano y cruza la ruta 138; un pequeño fantasma que es visto estudiando por las noches en una escuela de la ciudad de Middleboro, entre otros.
Es la ciudad costera de Hull, la que reporta monstruosas serpientes marinas en su bahía, carretas espectrales, mujeres vestidas de blanco y otras almas que corren por las calles al anochecer, lamentándose. De manera sorprendente, incluso el Boston Globe ha dedicado extensos artículos a manera de crónica sobre estos espíritus.