Jesucristo ¿El niño asesino? Evangelios apócrifos

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  • 17 diciembre, 2017

La Iglesia niega que Jesús haya hecho atrocidades, pero hay quien dice que por eso no hay registros de su infancia.

Un día, mientras Jesús caminaba, otro niño de su edad chocó contra él, lo que provocó que Jesús se cayera. En su enojo, lo maldijo expresando que así habría de caer él también, pero para no levantarse, y en ese momento el pequeño murió.

Este episodio está escrito en el Evangelio Árabe de la Infancia, el cual fue hecho con el propósito de abundar sobre la niñez de Jesús. Muchos de sus episodios están basados en el Proto Evangelio de Santiago, reconocido por la Iglesia como el evangelio apócrifo más ortodoxo.

En la biografía no autorizada de Jesús, Mian Ridge explica que en las narraciones sobre la niñez de El Salvador se habla de sucesos de ira sin control porque en la Antigüedad clásica la infancia de cualquier héroe era descrita como incontrolable, lo que implicaba un manejo desordenado de sus facultades. Desde luego, la Iglesia niega que Jesús haya realizado esas atrocidades. Sin embargo, hay quien cree que debido a la posibilidad de que se hayan presentado actos violentos, se dejó fuera casi toda la infancia del Mesías.

En el Evangelio de Pseudo Tomás y en el Árabe de la Infancia se suscitan otras muertes cuando José llevaba a Jesús con maestros para que lo instruyeran, pero en lugar de ello, se generaban discusiones que desembocaban en tragedia.

Está el caso de un maestro que se ofendió cuando Jesús lo llamó ignorante: le dijo que cómo le iba a enseñar el alfabeto si ni siquiera entendía el significado de alfa, la pri- mera letra. El maestro le dio un golpe, y el hombre cayó muerto. José se desesperó ante estos hechos y le pidió a María que le ayudara con el niño, pues parecía que “su palabra es verbo”.

¿Jesucristo era un asesino serial?

Jesucristo “el niño asesino” Lo que más llama la atención en este evangelio es el instinto asesino innato del pequeño Jesucristo. Aunque el evangelio trate de justificar los asesinatos del niño como consecuencia del proceso de descubrimiento de sus súper poderes, la ira asesina que lo embarga a cada momento no es comprensible. Menos aún, en un supuesto enviado de Dios que viene a la tierra a predicar la paz y el amor. El evangelio de la infancia según Tomás III,1-3, “Y el hijo de Anás el escriba se encontraba allí, y, con una rama de sauce, dispersaba las aguas que Jesús había reunido. Y Jesús, viendo lo que ocurría, se encolerizó, y le dijo: Insensato, injusto e impío, ¿qué mal te han hecho estas fosas y estas aguas? He aquí que ahora te secarás como un árbol, y no tendrás ni raíz, ni hojas, ni fruto. E inmediatamente aquel niño se secó por entero.” “La sagrada familia del pajarito”. Bartolomé Esteban Murillo. Peor aún, la cólera del niño Jesucristo no perdona ni a un pobre niño distraído que tuvo la mala suerte de chocarse con él. El evangelio de la infancia según Tomás IV, 1, “Otra vez, Jesús atravesaba la aldea, y un niño que corría, chocó en su espalda. Y Jesús, irritado, exclamó: No continuarás tu camino. Y, acto seguido, el niño cayó muerto.” Luego de esto, y como si se tratara de una secuela de la película Frankenstein, los miembros de la comunidad indignados fueron a reclamar a José por el monstruo que tenía por hijo. El evangelio de la infancia según Tomás IV, 2, “Y los padres del niño muerto fueron a encontrar a José, y se le quejaron, diciendo: Con semejante hijo no puedes habitar con nosotros en la aldea, donde debes enseñarle a bendecir, y no a maldecir, porque mata a nuestros hijos.” Recapitulemos, el infante Jesucristo no tendría ni siquiera ocho años y ya había asesinado a dos personas, uno se quedo seco y el otro cayo muerto. Ante tal barbarie, a José no le quedó otra salida que reprender a su hijo, sin imaginar que esto traería nefastas consecuencias a todo el vecindario. El evangelio de la infancia según Tomás V, 1, “Y José tomó a su hijo aparte, y lo reprendió, diciendo: ¿Por qué obras así? Estas gentes sufren, y nos odian, y nos persiguen. Y Jesús respondió: Sé que las palabras que pronuncias no son tuyas. Sin embargo, me callaré a causa de ti. Pero ellos sufrirán su castigo. Y, sin demora, los que lo acusaban, quedaron ciegos.” Jesucristo había perdonado la vida a su padre pero dejó ciegos a todos los que delataron su crimen. El pequeño hijo de José estaba en camino de convertirse en el asesino en serie más grande de la historia.

Si te ha gustado esta publicación y eres amante del misterio, la historia y sobre todo de la verdad, te invitamos a que leas nuestro mayor trabajo en los más de seis años de estudio e investigación en el cual exponemos con las cartas sobre la mesa las descaradas manipulaciones a las que han sido expuestas las enseñanzas y la vida de Jesús por el Catolicismo, como las religiones se plagian unas a otras e incluso veremos que la idea de Jesús como mesías tiene extremas similitudes con otros supuestos mesías de otras épocas y civilizaciones. ¿Quieres conocer aquello que no aparece en los libros y que han mantenido oculto hasta ahora? Pues no puedes dejar de leer:

«LOS SECRETOS DE JESÚS Y EL CATOLICISMO» EN ESTE ENLACE

 

Fuente: http://www.taringa.net/posts/offtopic/18298564/Jesucristo-era-un-asesino-serial.html

One Comment

  • Jesús es un término acrónimo, que se deriva de otra palabra compuesta Je-suá, y que significa YO SOY… Se alude a la manifestación del «hijo del hombre» en su carácter natural (animalesco). Como está escrito en el 1er. Libro de Pablo a los Corintios, Capítulo 15, versículos 45 al 50 :

    >> 45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.

    46 Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual.

    47 El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo.

    48 Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales.

    49 Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial.

    50 Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.>>

    El primer Adán, pues, es el hijo del hombre, en su estado inmaduro y mentalidad bestial. El segundo Adán, es ese mismo joven que apostata de su casa, renegando para irse lejos. Pero en sus duras experiencias, madura y despierta, transformándose en un Hombre perfecto, a la misma imagen y a semejanza del Padre celestial, y que es adoptado por Dios mismo como su propio hijo. Cualquier hombre refleja la misma imagen del padre terrenal, si no ha cambiado de su adolescencia a la madurez. Una vez despierta a esta realidad, se manifiesta en el hombre de pecado, será destruido por su propio Ser, como Hijo de Dios para eliminarlo con el resplandor de su venida. Yo soy el diablo… Yo soy el Hijo de Dios… Yo soy el Dios …!!! – Sal

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