
Lo hemos visto en tropecientas películas ambientadas en tiempos remotos, es decir, del lejano oeste patrás: antes la odontología se reducía a dolorosísimas extracciones perpetradas con tenazas y con un trago de algún espirituoso como única anestesia. Es decir, más o menos como ahora, pero entonces los criminales sacamuelas no te cobraban, encima, un ojo de la cara.
Y es que las actuales clínicas dentales se creen muy modernas, pero los primitivos odontólogos, incluso en las civilizaciones más cazurras, ya hacían implantes, prótesis y otras filigranas dentales. Lo que pasa es que, eso sí, digamos que la higiene y la tecnología aún no estaban tan avanzados como ahora, con lo cual era todo mucho más tosco, bruto y doloroso. Un buen motivo para pasar revista con horror y regocijo a las locuelas peripecias de aquellos carniceros con tenazas.

Odontología paleolítica
Unos arqueólogos encontraron un diente con unos 14.000 años de antigüedad donde ya había claros signos de trabajos odontológicos: concretamente, en esa pieza se había limpiado una lesión cariosa con instrumentos líticos. Gracias a este hallazgo, los científicos pudieron remontar la odontología más antigua al Paleolítico Superior tardío, entre 50.000 y 10.000 años atrás.

Extracciones milenarias
En cuanto al oficio de dentista, existe por lo menos desde hace 5.000 años, ya que tenemos evidencias irrefutables de que los egipcios realizaban extracciones dentales y trepanaban la cortical externa de la mandíbula para drenar abscesos odontológicos. Que se dice pronto.

Anestesia con aguja y extracciones con los dedos
Si hoy nos toca pasar el trago de ser pinchados en la encía con una jeringuilla llena de novocaína, en el 2.700 antes de Cristo los chinos ya usaban su eficaz y mucho más sana acupuntura con agujas de oro y plata para curar siete enfermedades bucales y aliviar el terrorífico dolor producido por la caries dental. Eso sí, las muelas te las sacaban a dedazo limpio.

Asclepio el sacamuelas
No fue hasta la antigua Grecia cuando se empezaron a usar tenazas para sacar muelas. El primero en aconsejar la exodoncia fue un tal Asclepio. En esa época se popularizó el uso de un instrumento lalmado «odontagogo» que en realidad eran como unas toscas tenazas de hierro. Aristóteles, Timocrates y Adamacio, entre otros, irían perfeccionando una técnica muy dolorosa y que daba lugar a un sinfín de infecciones y hasta alguna que otra muerte.

El implante dental más antiguo de Europa
Unos arqueólogos de la Universidad de Burdeos que descubrieron unas antiquísimas cámaras funerarias, se encontraron, en la boca de un cadáver de una veinteañera del año 250 a.C., con el implante dental más antiguo descubierto en Europa occidental: un mostrenco trozo de metal de 2’4 centímetros de longitud. Los científicos enunciaron varias hipótesis sobre el implante, pero la más plausible es que la pieza fue introducida en la mandíbula tras la muerte de la mujer «para embellecer el cadáver«, puesto que las otras opciones habrían supuesto dolores, infecciones, sangrados y otras calamidades.
Primera incrustación dentaria
Se remonta a la civilización Maya, siglo IX a.C., y los arqueólogos aún dudan si fue realizada con propósitos rituales y religiosos o meramente estéticos. Lo cierto es que las incrustaciones de jade y turquesa en los dientes de la calavera evidencian unas técnicas odontológicas bastante sofisticadas para la época. Los de la foto podrían fácilmente ser los piños de una Madonna cavernícola.

Prótesis fia etrusca
La primera prótesis dental de la historia data del siglo IV antes de Cristo y está formada por una banda de oro trufada con dientes de cadáveres de animales que reemplazan a las piezas perdidas. Era un cantazo tremebundo, pero daba el pego.

Puente dental fenicio
Los etruscos y los fenicios fueron los pioneros de la mecánica dental. En el 700 antes de Cristo ya eran capaces de realizar hasta puentes dentales, usando un alambre de oro para sujetar los dientes postizos. Desde entonces no es que la cosa haya avanzado mucho, ¿verdad?
Dientes de cuarzo peruanos
Los indios de la cultura Moche, de Perú, tampoco eran mancos. No en vano, en el 300 antes de Cristo ya eran capaces de implantar diente a diente descomunales dentaduras talladas en cuarzo. Seguro que más de un rapero mataría hoy por unos piños de este calibre.
